lunes, 26 de marzo de 2012

Delirio

Me siento en sus piernas, lo miro a los ojos. Me gusta jugar.
Me acerco a su boca, y a dos milímetros de distancia nada más, soplo. Solo eso, y me voy. Me paro, bailo, salto.. bailo. 
Bailo y lo miro fijo. Recorro mi cuerpo con mis manos..haciendo una linea desde la cabeza, que baja por mi cuello, mi pecho.. mi panza..y podría seguir bajando seguida por sus ojos, pero no. 
Me freno y sigo bailando. 
Doy vueltas con tanto alcohol que me está explotando la cabeza.. Con las mejillas ruborizadas por ser el centro de la atención. 
En el bar no hay más que dos o tres personas, pero todos me miran a mi, o eso siento en mi delirio. Y él, él me mira a mi, y eso es todo lo que realmente importa.
Podría dejar de jugar, debería hacerlo, pero no quiero. Y él sentado con su vaso en la mano no me pierde el rastro ni por un segundo. Él también quiere que juegue, que lo tiente.
Que terminemos enredados, enganchados, encamados. ¿Eso querés?
Lo sé, y lo llamo. Y me responde y se rie y yo también.
Lo invito a bailar, y me agarra de la cintura y mi cabeza da vueltas y el bar da vueltas, y nos acercamos extasiados...

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